Habitación 707
Por @stellamarisleonegeraci
"Después de la cena, se despidió de todos, mientras volvía a casa, pensaba lo bien que lo había pasado, sus amigos le habían presentado una persona, por primera ves no necesitó esforzarse, para entablar una charla en una cita a ciegas".
Miró la hora, se sirvió un café, buscó el bolso que ya tenía preparado, volvió a salir, a las pocas cuadras se subió al auto, emprendió el viaje, desde un parador en la ruta, envió un mensaje, nuevamente en la ruta, mientras escuchaba música y cantaba, recibió un mensaje, sonrió, le faltaba poco para llegar.
Instalada en el hotel, se dio una ducha, cuando se dirigía a su cita, tuvo la sensación que la seguían, dio varias vueltas antes de llegar a destino, en la reunión hablaron sobre el trabajo y la paga, cerró el trato, cuando volvía al hotel, nuevamente sintió que la seguían, en su habitación, revisó las imágenes qué tomó con el celular, quien la seguía era la persona que había conocido la noche anterior.
Por la noche se reunió con amigas en un restaurante, su vigilante estaba sentado afuera, no era el primero, pero si sería el último, tampoco le interesaba saber ¿porqué lo hacía?, si lo sabía, se río y se dijo para si, fue demasiado fácil la cita, se fue a dormir, en la mitad de la noche escucho gritos que venían del pasillo, los guardias de seguridad, pedían que todos se quedarán en sus habitaciones.
Por la mañana, pidió el desayuno a la habitación, la empleada que le trajo el desayuno, le contó que un hombre había intentado atacar a la turista que ocupaba la habitación 707, la mujer se había registrado a la misma hora que ella, el hombre se hizo pasar por personal del hotel, por suerte pudo escapar del agresor, él decía que "ella no era quien decía ser", miró a la empleada le dijo -un loco-.
Tomó su desayuno, intercambio unos mensajes, preparo su valija, pidió un taxi y se subió al avión privado.
