Páginas

miércoles, 3 de febrero de 2016

El viaje

El viaje

Se levantó temprano, tenía un viaje de trabajo, iría y volvería en el día, se termino de vestir, llamo un taxi, miro al amor de su vida dormir, le dio un beso en la mejilla, tomó el ascensor para  esperar el taxi que había pedido por teléfono-.

Llegó al aeropuerto, hizo el Check In, se dispuso a esperar a que llamaran para abordar su vuelo, cuando subió al avión se acomodo, para poder ver a través de la ventanilla, siempre pide ventanilla, le gusta ver la tierra desde el cielo, le gusta ver las nubes de cerca y recordar cuando de niño las hacía con algodón en los dibujos del colegio, nada se comparaba con esa sensación, así que las dos horas de vuelo eran tan cortas, pero tendría su revancha, cuando regresara a casa.

Al llegar a destino, se instaló en el hotel, preparó todo para su presentación, tomó el teléfono, llamó a casa, al celular, nadie respondía, pensó ya es tarde, y si no me apuro yo también voy a llegar tarde. Ya estaba en las oficinas de la empresa, hizo su presentación, luego habló con los directivos, los empleados, fue a almorzar con el dueño de la empresa, por la tarde recorrió las instalaciones, hasta que volvió al hotel.

Intentó comunicarse con su casa, pero la señal del celular había estado caída todo el día, así que se dejo fluir como dicen, sólo esperaba llegar junto a su amor, mientras estaba en el aeropuerto anuncian que el vuelo iba  a tener una demora de dos horas, la señal del celular seguía caída, imagino que en casa se habrían dado cuenta que no podía comunicarse, fue a tomar un café y comenzó a revisar los papeles del día, a escribir algunos borradores, para adelantar el trabajo, hasta que por las pantallas anuncian que podía abordar el avión.

El vuelo fue tranquilo, era una noche estrellada, con cielo azul profundo, mientras miraba por la ventanilla podía ver la tierra, donde por momentos los puntos de luz eran tantos, que tenía la sensación que eran como una gran constelación, una vía láctea de pequeñas luces una al lado de otras agrupadas, sólo que era  en la tierra y no en el universo, imaginaba como sería la vida en cada ciudad por la que el avión pasaba, cuando escucha el anuncio que ya iban a aterrizar, faltaba poco para llegar.

Esperar el equipaje le llevó una hora, busco un taxi y se dirigió a casa, le toco esos taxistas que hablan sin parar, que el gobierno, que el tránsito, que el clima, que la ciudad, que la violencia, que ahora también hacía algunos turnos por la noche, y así fue todo el viaje, hasta que, llego a casa.

Afuera lo esperaba un amigo, lo abrazo, y con una sonrisa en los labios le dijo -¿Qué haces a esta hora acá?-, eran casi las 12 de la noche, su amigo lo miró y le dijo -Necesito que me acompañes a un lugar, ahora-, subieron al auto de su amigo, el viaje fue en total silencio, cuando llegaron, le pidieron que reconociera el cadáver, sólo podía hacerlo un familiar directo, cuando lo descubrieron ahí estaba, era su gran amor, no entendía que había pasado, miró a su  amigo, al enfermero, al oficial de guardia y preguntó -¿Qué paso?-, el oficial de guardia le pregunto -¿Cuál es su relación familiar?, le respondió –Él, es mi esposo-.

Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica, Fotógrafa, Escritora



                                                                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario