La dama del mar
Por @stellamarisleonegeraci
A ella le gusta pasear en las mañanas por la playa, que el viento le de lleno en la cara, su pelo flote con la brisa, la espuma de mar tapa sus huellas, los perros le ladran a las olas, el horizonte se pierde entre la bruma, hizo su ofrenda de flores blancas, limpió sus gemas en el mar, las dejó secar sobre un paño blanco en la orilla, cerca de ella había unos caracoles y una estrella de mar qué la marea había traído a la orilla, con mucho cuidado las juntó, las colocó sobre el paño blanco.
Los perros se tiraron a su lado a dormir, una joven que iba corriendo al ver su paño se detuvo, tomó el ónice negro entre sus manos, una sensación extraña la embargo, Sabina le dijo -es un recuerdo de tu vida pasada-, se quedaron hablando un tiempo, antes de irse le regaló la gema, le dio unas indicaciones, mientras se perdía en el infinito de la costa, con los perros que bailaban a su alrededor.
Cada mañana repetía su ritual, una de esas mañanas
un hombre se acercó a ella, el siempre la veía desde lejos hacer su rutina, tomó un cuarzo rosa entre sus manos, Sabina lo mira y le comenta -es la piedra del amor, es tuya, te la regalo-, él se sorprendió, le dio las gracias, se levantó y comenzó a caminar, él la acompañó en el camino, Sabina se despidió y se interno en el mar junto con los perros, hasta que desaparecieron de su vista.
A la mañana siguiente y la siguiente y la siguiente ahí estaba repitiendo su ritual, sólo que ese día los dos entraron juntos al mar.
Después de varios días encontraron el cuerpo de él entre las piedras del acantilado, en su mano izquierda tenía un cuarzo rosa; todos dijeron que era otra víctima del fantasma de "la dama del mar".
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